se producen incongruencias como las de Cristina Lucas. Una artista que presenta una estupenda exposición en El Centro de Arte Dos de Mayo (Madrid). Una exposición contra la desmemoria y que hace un repaso a los sexismos que las mujeres han padecido a lo largo de la historia. Desde Rousseau, ese señor que decidió que a las mujeres había que educarlas simplemente para complacer a los hombres, hasta los consejos que nuestras abuelas vivieron de la dictadura franquista sobre lo que era la decencia y la esencia de la mujer española.
Todo estupendo hasta que la artista nos demuestra sus contradicciones cuando habla. Es capaz de reconocer que hay mujeres sexistas que actúan contra su propio sexo. Y luego ella hace lo propio cuando verbaliza que no entiende la lucha de la mujer como una conquista unilateral, que ella cree que debería ser una aspiración de justicia social apoyada por hombres y mujeres. ¡Pues eso, Cristina! Eso es el feminismo luchar por un mundo equitativo y paritario. El problema es que, en general, los hombres no se han apuntado mucho a ello en cuanto han oído la palabra PARITARIO, porque hay mucho sexista agarrado al mango del cuchillo de repartir el pastel...
Y, por cierto, claro en cuanto llegamos al tema de las cuotas ministeriales de Cultura para que las mujeres creadoras puedan aflorar y puedan estar ahí, se le atranca la neurona y manifiesta, con tonillo condescendiente, que le gustaría que hubiera más talento espontáneo pero que hay que forzar la maquinaria para que haya igualdad. Y ahí ando yo, en esa pregunta y en ese dilema....
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