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Dicen que les harán también terapia psicológica y que les vigilarán por GPS, lo que me da la razón en cuanto a que la agresividad sexual, no como impulso fisiológico, sino como valor social y actitud de masculinidad mal entendida es lo que hay que tratar.
Igual que hay que tratar a una sociedad que todavía hoy considera:
a los celos desbocados pasión,
que las mujeres cuando dicen no están deseando que sea sí (algo que en las películas se ve constantemente),
y que para más recochineo jurídicamente todavía hay países donde sólo se considera violación cuando hay penetración del pene. Dándole a las demás violaciones todo tipo de denominaciones de rancio sabor sexista.
¿Qué tal si nos ponemos a promocionar a los hombres que trabajan para las nuevas masculinidades? Conócelos Seguramente, será mucho más efectivo que inhibir la testosterona mientras las actitudes sexistas y agresivas siguen impregnando el cerebro.
2 comentarios:
Estoy de acuerdo. Una agresión sexual es un acto de violencia y de dominación, no de deseo. El problema no está en el pene (¿y las violaciones con objetos?). Como bien dices, Lulú, la clave está en el cerebro y eso implica muchas cosas: educación, valores, etc. Afrontemos directamente el problema y vayamos a la raíz.
pues si, ya sabes ke tenemos opiniones similares pero cuidado con decir ke hay ke ir a la raiz ke hay quien en el éxtasis de la inculticia por ir a la raiz entiende cortar, castrar, etc... ;-)
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