¿Suficientemente explicito? es parte de las acciones que
La Confederación Sindical Internacional (representa a 170 millones de personas trabajadoras de 157 países) ha puesto en marcha como parte de la campaña de Global Unions “Trabajo decente – vida decente para las mujeres”. También ha elaborado el informe (el link está en el post del 8 de marzo) sobre (Des)igualdad de género en el mercado laboral: Visión general de las tendencias y progresos mundiales.
Si nuestra sociedad considerara la paridad y la equidad entre mujeres y hombres un pilar fundamental del Estado del Bienestar, la crisis no sería una excusa para posponer acciones y planes de igualdad en las empresas y en las acciones de los gobiernos. Una sociedad con menos injusticias, menos polución, más saludable, con mejor bienestar físico y psíquico y en la que ninguna tradición ni rasgo cultural cercene los derechos humanos de mujeres y hombres, solo la conseguiremos entendiendo que la equidad y la paridad són factores básicos e imprescindibles para conseguirla.
Y eso lo lograremos con el feminismo y las nuevas masculinidades.
Y eso lo lograremos con el feminismo y las nuevas masculinidades.
3 comentarios:
Empecemos por denunciar a todos los sindicatos y a los sindicalistas que se venden a la patronal y que hacen que nuestros derechos se pierdan día a día.
El feminismo es la única alternativa real.
Un abrazo
Elsa
PD: Date una vuelta para celebrar el tercer aniversario.
Me han pasado un artículo de hace unos años muy interesante, no sé si cabrá.
Jordi Sabater Pí, TODO IRÍA MEJOR SI MANDARAN LAS MUJERES.
Psicobiólogo, etólogo, primatólogo
y dibujante.
Profesor emérito de Psiquiatría y Psicofisiología de la UAB.
Tengo 78 años. Nací en Barcelona y he vivido media vida en África. Estoy casado con Núria y tenemos dos hijos y tres nietos. Soy apolítico.
No tengo creencias religiosas. Creo en Darwin y mi mayor respeto es por la tierra, nuestra madre.
He escrito siete libros sobre primates y antropología humana y acabo de publicar una especie de
biografía, "El traç de la natura",
¿Y eso?
El ndón, lo mismo que tú has dicho pero expresado con el lenguaje de los tambores. Los fang, en cuanto
nace un niño, le dan su nombre y su ndón. Pero afortunadamente, en todos los años que viví en Guinea
Ecuatorial, nunca me llamaron con el ndón que tú has utilizado, la forma en que los fang llamaban al hombre
blanco: "el hombre que mata al hombre sin motivo"
¿Estudió fang?
Sí, y me costo mucho aprender, a los fang no les gustaban los blancos. La mayoría eran europeos muy
marginales que sólo querían enriquecerse y los trataban como esclavos.
Descríbame su llegada a Guinea.
Llegué a puerto, tras un mes de navegación, el día de San Juan del año 1940. Era el paraíso, no había
comenzado la explotación abusiva e implacable que se dio a partir de los cincuenta. Tenía 16 años, era el
hijo mayor de una familia arruinada por la Guerra Civil y me fui a trabajar a las colonias con un primo de mi
padre a una finca en la isla de Fernando Poo. Pero me gustaba la idea.
¿Y qué aprendió de los fang?
El misterio de la selva. Ellos la veían como un cosmos. Creían que las almas de los difuntos se reencarnaban
en árboles o en animales. Era fantástico, ibas con ellos por la selva y señalándote un árbol te decían: "Esa es
mi abuela y, aquel, mi abuelo". Desde entonces amo profundamente la naturaleza.
¿También cree que nuestra alma se reencarna en la naturaleza?
Yo no creo en nada, volveremos a alimentar la tierra, que es nuestra madre. Pero, ¿qué es la vida?...
Dígamelo usted.
La vida es lo que tú quieres que sea.
¿Y usted qué quería?
Yo quería conocer, por eso he vivido con fangs, con pigmeos, con chimpancés y con gorilas, que se
parecen muchísimo a nosotros.
¿Cómo son los pigmeos?
Su comunión con la naturaleza es total, no tienen agricultura, son recolectores y cazadores ocasionales.
Gente muy poco agresiva y respetuosa, nunca destruyen porque sí. Yo viví con los bayele, me ayudaban
como guías en la selva, eran muy puros, hice buenos amigos.
Vivió en África hasta los 45 años.
Sí, y durante once años trabajé como capataz en una plantación de café. Me independicé por circunstancias
curiosas: en una revista americana de etología un tal doctor James Chapin, del departamento de aves del
Museo de Ciencias Naturales de Nueva York, pedía información sobre unas aves que guían a los indígenas
hasta los panales de miel porque ellas no pueden romperlos con sus picos. Es una relación simbiótica.
Y se puso a buscar ese pájaro.
Sí, un pájaro de leyenda, los indígenas decían que ningún hombre lo había visto jamás y que quien lo viera
moriría. Tardamos trece años en conseguirlo, pero durante todo ese tiempo estudié las aves indicadoras de
miel y entablé una relación espectacular con James Chapin. Un día me propuso que estudiara a los gorilas y
a los chimpancés, y así comencé, sin saber nada. Al cabo de un año, "National Geographic" me invitó a
trabajar con ellos.
¿Y nunca se ha puesto enfermo?
¡Nunca! En cambio mi mujer ha sufrido malaria y filaria, esos parásitos que se te meten debajo de la piel, y
estuvo a punto de morir de un ataque de apendicitis... Pero le gustaba África. La conocí cuando volví a
España para hacer la mili y durante ocho años fuimos novios por correspondencia.
¿Y cómo le aguantó?
Ten en cuenta que cuando era joven tenía una conversación tremenda, ja, ja. Nos casamos por poderes y
se vino a África. Allí nacieron nuestros hijos. Volvimos a España en el año 1969, nos evacuaron durante la
revolución de independencia.
¿Cuándo fue la primera vez que vio a los gorilas?
No lo olvidaré, fue el atardecer del 4 de mayo de 1956. Pensé: "¡Qué suerte tengo!", me sentía un
privilegiado, y cuando pude estar durante meses observándolos en la región de los volcanes Virunga, no se
me pasó esa sensación.
Allí estuvo con Diane Fossey.
En 1972 me invitó a su campamento. Esa mujer, que tenía entonces 50 años, había ideado un sistema para
estudiar a fondo los gorilas que simplemente consistía en hacerles entender, mostrando actitudes humildes,
que no éramos peligrosos.
¿Cómo era ella?
Extraordinaria. Era arisca y fuerte, sólo le interesaban los gorilas y su protección. El campamento estaba a
tres mil metros de altura. De noche el termómetro bajaba a cinco o seis grados bajo cero y durante el día
subía a 40 grados.
¿Le impactó su asesinato?
Sí, pero no me extrañó. Ella tenía un trato muy despectivo con los indígenas, a los que culpaba del asesinato
de los gorilas. Era muy apasionada y eso le creó enemistades.
¿Añora África?
¡Oh, claro! Siempre la he añorado, pero ¿qué iba a hacer? Cuando regresé, a los 45 años, estudié la
carrera de Psicología, la etología no existía en España. Dejé el zoo cuando fui catedrático.
¿Y abandonó a su hijo adoptivo?
A "Nfumu", que en fang significa blanco, lo mandé a Barcelona porque en África habría muerto. Me lo
trajeron lleno de heridas y de parásitos. Unos cazadores habían matado a su madre y lo compré.
Los organizadores de la Expo de Montreal le ofrecieron 70 millones de pesetas por "Copito"...
Sí, pero preferí enviarlo al zoo de mi ciudad, aunque de entrada no lo valoraron, ni siquiera respetaron su
nombre.
¿No le da pena?
Todos los zoos me dan pena.
¿Ha sido reconocido su trabajo en España?
Me han hecho doctor honoris causa de la Universidad de Madrid y de la de Barcelona y me han dado
muchas medallas. Pero no me siento muy reconocido. Soy el introductor de la etología en España, de la
primatología y he hecho descubrimientos importantes.
Las ranas gigantes, por ejemplo.
Sí, y descubrí que los chimpancés tienen conductas culturales. Fui uno de los pioneros en el estudio de los
gorilas de África occidental. Creo que merecería un poco más de atención, pero ya me la dan en Estados
Unidos. ¿Y por qué? Quizás porque entré tarde en la universidad y me consideran un advenedizo.
Si mira hacia atrás, ¿qué es lo importante?
Que te guste algo y dediques tu vida a ello. Mi motor ha sido la curiosidad. Y otra cosa básica para mí ha
sido saber dibujar, porque para dibujar tienes que observar con mucho detalle, y si observas conoces, y si conoces estimas, y si estimas proteges. Ahora ya nadie toma apuntes del natural, pero yo todavía lo hago.
¿Y qué dibuja?
Cada semana voy al zoo y copio expresiones de los animales o me voy al campo a dibujar árboles. Se lo
aconsejo, porque te abre el entendimiento y te da paz. Me gustaba mucho viajar, pero ya no puedo porque
mi mujer tuvo un tumor cerebral y se ha quedado parapléjica.
Muchos años de matrimonio.
Nos queremos muchísimo. Antes de la operación me decía: "Yo si volviera a nacer, me volvería a casar
contigo". Yo también lo pienso.
Es usted afortunado.
Sí, he vivido momentos increíbles: cuando me contrataron en "National Geographic", porque me pude
dedicar a lo que me gustaba; cuando me casé con mi mujer; cuando vi a los gorilas por primera vez; cuando
estuve con Diane Fosey... Cuando descubrí que los chimpancés fabricaban utensilios, me emocioné tanto
que corrí a explicárselo a mi mujer. Ella y mis hijos me acompañaban a menudo a la selva; ¿por qué no han
continuado con su trabajo?, te estarás preguntando.
Sí.
Como dirían los fang, "mayem", que significa "no sé". ¿Sabes?, los mapas de África están llenos de ríos que
se llaman Mayem porque los primeros exploradores preguntaban a los fang: ¿Este río cómo se llama? y
ellos contestaban: "Mayem, mayem", ja, ja, ja.
¿Qué ha aprendido de los animales llamados irracionales?
Humildad, humildad y humildad. Los hombres, y me refiero a los varones, somos de una crueldad
extraordinaria, como para borrarse.
¿Los chimpancés no harían lo mismo si tuvieran poder?
Los machos son capaces de atacar a otras poblaciones de chimpancés y hacer auténticas masacres. Son
iguales que nosotros, siempre pendientes del grupo. Pero los chimpancés pigmeos, los monobos, son muy
suaves porque su estructura es matriarcal. Los estudié dos años en Zaire. Las hembras son las que
controlan el espacio, no hay disputas, y prácticamente solucionan todos sus problemas con interacciones sexuales.Sabemos poco de los animales.
Sí, hemos empezado a estudiarlos hace 40 años, antes creíamos que eran una máquina de reflejos e instintos. Los tratamos como objetos. Fíjate cómo están las gallinas en los gallineros, o los cerdos, pobrecitos, que son tan inteligentes. Por favor, escribe que la cruel amputación de los perros en la perrera de Tarragona merece penas de cárcel. Más de uno le llamará exagerado.
El hombre se ha automitificado y trata a los demás seres como escoria. Hay que recordar que compartimos nuestro ADN hasta con las plantas. Todos somos parientes aquí en la Tierra, todos tenemos derecho a vivir aquí.
¿Es usted vegetariano?
Sí, desde hace más de 30 años, porque creo que es mejor para la salud y por respeto a los animales.
¿Y no sufría con los cazadores?
Sí, pero la mayoría eran muy poderosos y los indígenas creían que los animales no se acabarían nunca. Lo mismo decían hace muy poco los pescadores de nuestro continente.
Los cazadores dicen que ellos conservan la naturaleza.
Eso es un cuento. Yo a los cazadores no los entiendo, creo que son hábitos arcaicos, el hombre aún tiene ramalazos de primitivismo. Igual que conservamos la clavícula, que era útil cuando subíamos a los árboles, tenemos reminiscencias conductuales, escapes de agresividad que se manifiestan en la caza o el fútbol.
¿El mundo estaría mejor gobernado por mujeres?
Sois mucho más pacíficas y razonables. En trabajos de campo en África, las mujeres son mucho mejores,
no tienen miedo, son muy pacientes, muy observadoras y no crean problemas. La primatología es básicamente un mundo de mujeres. Sí, al mundo le iría mejor si gobernaran las mujeres. Aunque hay que
evitar a las que se mimetizan con los hombres, las "thatchers".
¿Hacia dónde cree que se dirige el ser humano?
El hombre es un primate que ha desarrollado un gran cerebro pero cuyas estructuras son paleolíticas.
Nuestra agresividad no concuerda con nuestro cerebro.
¿Cree que podemos llegar a dar un salto evolutivo?
No, la devastación del hombre es exponencial, creo que no damos más de sí. Desarrollaremos unos cerebros extracorpóreos increíbles, ¿pero la Tierra mejorará? Las tres cuartas partes del planeta están en la
miseria y no hacemos nada. En lugar de ir a Jerusalén, deberíamos ir en peregrinación a África, arrodillarnos y besar la tierra, porque es el lugar sagrado del que procedemos, es nuestra madre y nuestro sustento.
Publicar un comentario