A FRANCIS FORD COPPOLA LE PASA LA BADANA ELEANOR JESSIE NEIL, MAL CONOCIDA COMO ELEANOR COPPOLA

Eleanor Coppola vuelve a ser Eleanor Jessie Neil.

Es decir otra señora más que está hasta las meninges de ser "la señora de" y decidió agarrar otra vez a la literatura y echarle un repaso a ese sexismo que ella achaca a la cosa de las raíces italianas de la familia de su excelso marido Francis Ford Coppola, pero que, en realidad, es un defectillo común y transnacional a mucho sexista suelto: creer que las señoras han de vivir preocupadas de su casa y su prole y para estar detrás de un gran hombre.
Y las señoras hace mucho que se dieron cuenta que estar detrás de un gran hombre solo sirve para andar todo el día recogiendo lo que tiran, reparando lo que rompen, encontrando todo lo que no se preocupan de buscar y así un largo etc,etc. que puede culminar incluso en ser la mano que mece la cuna de sus grandes obras y, encima, sin cobrar...
Si no se le llegan a hinchar las meninges, de esta señora no sabríamos que escribió un libro sobre el rodaje de Apocalypse Now, que rodó un documental sobre la película que mereció un Gramy y que, como otras muchas que creyeron que su destino universal era ser "madre de" y "señora de", sus aspiraciones artísticas sucumbieron en el mar proceloso del "que buena madre eres" y el consabido y perverso "qué haría yo sin ti". Y olvidó que se había graduado en diseño artístico aplicado en UCLA y que tenía aspiraciones artísticas.
Suponemos que tardará la traducción al español su nuevo libro "Notes on a life" (Nan A Tales/Random House), pero que vayan tomando nota todas las que caen en la trampa de sentir remordimientos por considerar que sus aspiraciones personales van en primer lugar del ranking, cuando deciden tener pareja. Elanor describe en su libro, muy certeramente, la envidia que siente al ver a su hija lograr las cosas a las que ella aspiró. Y, lo peor, lograrlas con el consejo y el apoyo de quien le cercenó su futuro a ella: su marido.
Así que tomar nota todas aquellas que os encantan esos anuncios de ColaCao, donde desfilan las abnegadas mamás de campeones que han renunciado a sus aspiraciones para ser, simplemente, reponedoras de colacao en sus diferentes versiones, limpiadoras, planchadoras, admiradoras... y que aparecen encantadas de no ser. Al final viene el futuro y como a Eleanor, os demostrará qué quisisteis ser . Y no todas tendréis la oportunidad, entonces, de escribir un libro o realizar un documental. Es decir, la oportunidad de poder ser...