De entrada, una lee que la belleza no ayuda a conseguir trabajo y lo primero que, en nuestro país, le viene a las neuronas es todas las presentadoras y colaboradoras de La Sexta en cualquiera de sus programas. Y ya se le crea como una duda al respecto porque sabe que si las TakTakTrans, o una misma, nos presentáramos seguro que no nos llevábamos ningún micro a la boca.
Claro que la clave del asunto está en la hipótesis que estos investigadores - y digo estos porque eran ellos todos economistas de la Universidad Ben-Gurion - barajaron para llegar a semejante conclusión: el problema de la discriminación de las mujeres bellas para conseguir trabajo se producía porque eran mujeres las que estaban al frente de los departamentos RRHH de las empresas contratantes.
El pequeño detalle de que el Informe sobre Igualdad en Europa 2009 señalara como factores de discriminación para las mujeres que están más expuestas a la pobreza, la desigualdad en las cargas familiares, tener criaturas a su cargo, etc.., no tuvo para estos investigadores la más mínima relevancia.
Para ellos se cumple esa máxima del judaísmo ortodoxo "si usted es mujer, usted es culpable" de lo que sea oiga, ya nos lo haremos venir bien para demostrarlo. Y este estudio es una prueba fehaciente de ello.
En nuestro país, a la gente sexista le gustará este estudio porque les acompaña en ese pensar que el peor enemigo de una mujer es otra mujer.
¡NO! PERDÓN, EL PEOR ENEMIGO DE UNA MUJER, ES UNA PERSONA SEXISTA. HOMBRE, POR LO GENERAL, MUJER A VECES.
Así que chicas, cuidado. Para saber si las conclusiones de un estudio son fiables, lo más importante no es que haya sido hecho en un centro científico, si no que ideología y actitud ante la igualdad tienen quienes lo han realizado.
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