Ya sé que leer los dominicales puede provocar somnoliencia, urticaria, imposibilidad para manejar maquinaria pesada, además de vómitos y otros desarreglos gástricos. Pero hay que hacerlo.
Leo con detenimiento, porque no tiene desperdicio, el reportaje “la caja tonta es más lista” en él lo más florido de las plumas del país, nos ilustran sobre las maravillosas series americanas de hoy. De las que noo vamos a negar ni su calidad, ni su búsqueda de la verdad pero que, desde luego, no son una ventana a la realidad. Mi hijo ve en Disney Channel series de familias negras, gordas y superfelices que viven en unas casas muy bonitas y no hay rastro de crack, ni de pistolas, ni de racismo, ni siquiera de hip hop...
Para que no me pase como a Bumbury voy a citar. Dice J.J. Millás “las series son en el siglo XXI lo que fue la novela en el XIX…nos entregamos a ellas no porque sean entretenidas (eso es un valor añadido o una coartada) sino por la información que nos dan acerca del mundo en qué vivimos”. No se queda solo en semejante jardín, Ruiz Zafón apunta; “sin duda, Dumas, Shakespeare o Dickens estarían trabajando en televisión” y ya al borde del vértigo, Javier Marías fascinado por Los Soprano pone en boca de Tony Soprano; “miren esto es como La comedia humana” de Balzac (ha tenido la delicadeza de ponen el autor ¡vayamos a pensar que es un guionista!) y nos atañe a todos y todos vamos a salir retratados. Si creen que trata de una especie exótica, la mafia de Nueva Jersey, ya pueden ir apagando el aparato”.
Que si lo dicen ellos pues será verdad, pero ¿a que suena fuerte? Menos mal que no han tenido que hacer un alarde de las series de producción propia, vamos las de casa, ¡les hubiera costado mantener lo dicho! Claro que si, en su inmensa sabiduría, creen que las series nos dan información acerca del mundo en que vivimos, después de ver el buen rollete laboral de “diario de una call girl” dan ganas de dedicarse.
Hace más de 20 años, en el programa “La Bola de Cristal” de Lolo Rico, ya avisaban: ”… igual es que estás viendo mucho la tele” Que se apliquen el cuento... y LA KATANA DE KILL BILL
Leo con detenimiento, porque no tiene desperdicio, el reportaje “la caja tonta es más lista” en él lo más florido de las plumas del país, nos ilustran sobre las maravillosas series americanas de hoy. De las que noo vamos a negar ni su calidad, ni su búsqueda de la verdad pero que, desde luego, no son una ventana a la realidad. Mi hijo ve en Disney Channel series de familias negras, gordas y superfelices que viven en unas casas muy bonitas y no hay rastro de crack, ni de pistolas, ni de racismo, ni siquiera de hip hop...
Para que no me pase como a Bumbury voy a citar. Dice J.J. Millás “las series son en el siglo XXI lo que fue la novela en el XIX…nos entregamos a ellas no porque sean entretenidas (eso es un valor añadido o una coartada) sino por la información que nos dan acerca del mundo en qué vivimos”. No se queda solo en semejante jardín, Ruiz Zafón apunta; “sin duda, Dumas, Shakespeare o Dickens estarían trabajando en televisión” y ya al borde del vértigo, Javier Marías fascinado por Los Soprano pone en boca de Tony Soprano; “miren esto es como La comedia humana” de Balzac (ha tenido la delicadeza de ponen el autor ¡vayamos a pensar que es un guionista!) y nos atañe a todos y todos vamos a salir retratados. Si creen que trata de una especie exótica, la mafia de Nueva Jersey, ya pueden ir apagando el aparato”.
Que si lo dicen ellos pues será verdad, pero ¿a que suena fuerte? Menos mal que no han tenido que hacer un alarde de las series de producción propia, vamos las de casa, ¡les hubiera costado mantener lo dicho! Claro que si, en su inmensa sabiduría, creen que las series nos dan información acerca del mundo en que vivimos, después de ver el buen rollete laboral de “diario de una call girl” dan ganas de dedicarse.
Hace más de 20 años, en el programa “La Bola de Cristal” de Lolo Rico, ya avisaban: ”… igual es que estás viendo mucho la tele” Que se apliquen el cuento... y LA KATANA DE KILL BILL
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