Una sentencia que nos reafirma en la creencia de que el sexismo, continua arraigado en los circuitos neuronales de quienes creen que ser hombre significa ser machomen. No hace falta añadir palabras, solo leer la sentencia de la Audiencia de Valencia donde alguien vuelve a la antigua creencia de que estar borracho es una eximente para ser un violento machista. Por no mencionar la delicatessen machista de considerar que si a alguien le tiran al suelo, le patean, le dan golpes en la cabeza, etc... en realidad le están dando un masaje y defenderse es, po supuesto, una respuesta desproporcionada.
Parece ser, según este adalid del sexismo, que con pedirle educadamente a tu agresor si puede parar la sesión de masaje ya es más que suficiente. Podéis leer la joya sexista, pero hacedlo lejos de cualquier comida. Impide la digestión
EFE La Audiencia de Valencia ha condenado a una mujer a tres años y medio de prisión como autora de un intento de homicidio por clavarle un cuchillo a su marido en el abdomen para defenderse de una agresión.
El fallo, que indica que la convivencia entre la pareja "siempre estuvo salpicada de conflictos y episodios violentos", condena también al marido, K.J., a una pena de seis meses de prisión por un delito de maltrato familiar con la atenuante de embriaguez.
Según relata, sobre las 22 horas del 26 de marzo del pasado año, el hombre regresó al domicilio familiar, en Massalaves, y entabló una discusión con su esposa en la que ambos forcejearon.
El acusado, que tenía sus facultades mermadas por el alcohol, volvió poco después a la vivienda, pero se quedó en la carretera que hay frente a la misma "provocando a los conductores".
Unos amigos advirtieron a la mujer de que quería quemarle el coche y está salió a la calle con un cuchillo de cocina de unos diez centímetros de hoja.
Al salir del portal, el acusado la tiró al suelo poniéndole la zancadilla y comenzó a darle "patadas y puñetazos", y cuando trató de quitarle el cuchillo ésta se lo clavó en el abdomen.
El hombre sufrió una grave herida y tuvo que ser operado de urgencia en un centro hospitalario, donde permaneció ingresado durante dieciséis días.
Según el tribunal, la acusada "no se encontró ante una necesidad inevitable de tener que utilizar los medios que finalmente empleó".
"Actuó en defensa" para evitar que el acusado "continuara pegándole", aunque con "un evidente exceso intensivo", puesto que "había otros métodos no tan drásticos para evitar que continuara la agresión y escapar".
La sentencia considera que "tanto por la peligrosidad potencial" del cuchillo como por la "intensidad" de la cuchillada, "de indudable profundidad", la acusada "si no buscaba matar directamente a la víctima, al menos aceptaba el resultado" de su acción.
Además de la pena de prisión, el tribunal prohíbe a la mujer acercarse a menos de 200 metros de su ex marido durante cinco años, a quien deberá indemnizar con 13.971 euros por los daños y las secuelas.
A su vez, éste tampoco podrá acercarse a ella durante un año y medio, según indica el fallo de la sentencia.
1 comentario:
Al menos esta mujer trató de defenderse, aunque pagó el precio de la defensa de su propia vida. Mi pregunta - ¿Cómo podemos organizar y denunciar los casos como este?
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